EL CORO DEL AMANECER: EL LENGUAJE OCULTO DE LAS AVES
El sonido ha sido una herramienta clave de comunicación desde los albores de la conciencia humana. Tanto el sonido producido al hablar, como las elaboradas notas emitidas al interpretar una obra de música clásica, son muestras claras de la eficacia de los seres humanos a la hora de usar los sonidos. El ser humano es tanto locutor como receptor del sonido. Esta capacidad fue fundamental para la supervivencia de los primeros homínidos y favoreció el desarrollo y apogeo del Homo sapiens en el planeta. Con el paso del tiempo, la capacidad del ser humano para producir sonidos se tornó mucho más sofisticada, incorporando varias voces o instrumentos para amplificar los mensajes o producir diferentes sentimientos en los receptores.
Es así como en la antigua Grecia nacen los coros, una expresión teatral y musical, inspirada en una serie de cantos de alabanza a las deidades, que permitía la expresión grupal y la puesta en escena de las obras clásicas y los mitos de creación. Los coros utilizaban a la perfección los sonidos emitidos por grupos de personas, entre los que se encontraban niños y adultos, para despertar sentimientos estéticos en los oyentes. Los coros fueron la inspiración directa para que siglos después grandes compositores como Vivaldi, Haydn o Mozart escribieran operas que incluían coros como elementos principales de comunicación estética.
Un coro propiamente dicho está compuesto por diferentes tipos de voces, cada una con diferentes registros sonoros, pero este artículo, queridos lectores, no lo están redactando músicos con amplia experiencia en sinfonías corales, sino biólogos apasionados por las aves, que se percataron de que al amanecer diferentes especies de aves cantaban al unísono, como si se tratará de un coro de aves cantoras en el gran teatro de la naturaleza. ¿Comunicación, expresión estética, estrategia territorial, cortejo? A continuación, nos acercaremos a los coros de aves que diariamente acompañan la salida del sol.
¿Por qué las aves cantan más al inicio del día?
Las aves cantan sobre todo en las mañanas y casi no lo hacen en otros momentos del día. Ese fenómeno, conocido como el “coro del amanecer”, ocurre justo cuando los primeros rayos del sol aparecen en el horizonte. Aunque para nosotros el canto de las aves puede ser solo un sonido agradable e inspirador, en realidad es un complejo sistema de comunicación. Las aves utilizan sus cantos para transmitir información sobre su estado de salud, marcar su territorio, atraer pareja o mostrar su fertilidad. Cabe resaltar que en el coro del amanecer no participan las aves con hábitos nocturnos (búhos, ayaymamas, chotacabras) o crepusculares (perdices, codornices), tampoco aquellas aves sin capacidad de cantar (garzas, gallinazos, pavas).
Pero ¿por qué es más común escuchar este coro al amanecer? ¿Existe algún beneficio particular para las aves?
Algunas hipótesis sobre el canto al amanecer de las aves
Muchos investigadores han tratado de explicar este comportamiento, proponiendo diferentes hipótesis. Una de ellas sugiere que las condiciones climáticas al amanecer son ideales para la transmisión del sonido. Por ejemplo, el estudio realizado por Kacelnik y Krebs (1983) mostró que las condiciones atmosféricas al amanecer favorecen la propagación del canto del carbonero común (Parus major); asimismo, mostraron que, a primeras horas del día, cuando todavía hay poca luz, las aves no pueden buscar alimento de manera efectiva porque los insectos y otras presas no son visibles y tienen poca actividad. En lugar de alimentarse, utilizan ese tiempo para cantar.
El orden del coro: ¿quién canta primero y por qué?
Un aspecto fascinante del coro del amanecer es que las aves no comienzan a cantar todas a la vez. Existe una secuencia, en la que ciertas especies inician el canto antes que otras. Por ejemplo, en algunos ecosistemas, el relojero amazónico (Momotus momota) podría ser una de las primeras especies en cantar. A medida que pasan los minutos, se van sumando más especies y el coro se vuelve cada vez más complejo y vibrante.
Un estudio realizado por Berg et al. (2006) explicaron de forma interesante el porqué de la secuencia de los cantos. Los investigadores midieron el tamaño del ojo de varias especies de aves y descubrieron que aquellas con ojos más grandes tienden a cantar primero. La relación entre el tamaño del ojo y el horario del canto podría estar asociada a la capacidad de captar luz: las aves con ojos más grandes pueden ver mejor en condiciones de poca luz, lo que les permite comenzar a cantar antes. A excepción de la mayoría de los búhos, que, si bien tienen ojos grandes, tienen un hábito nocturno, por lo que no suelen participar en el coro del amanecer.
El coro del amanecer en la ciudad: el impacto de la urbanización
Aunque el coro del amanecer es un fenómeno natural, su dinámica cambia en entornos urbanos. En las ciudades, las aves pueden empezar su canto mucho antes del amanecer e incluso permanecer activas durante la noche. Por ejemplo, si en un entorno natural el canto del tirano tropical (Tyrannus melancholicus) comienza alrededor de las 5:40 am, en zonas urbanas puede iniciar tan temprano como las 2:00 am.
Esta alteración en el comportamiento ha sido objeto de estudio en ciudades europeas y otros lugares, donde se ha encontrado que factores antropogénicos, como la contaminación lumínica (luces artificiales) y el ruido del tráfico, influyen en el momento en que las aves inician su canto. Las especies en ambientes con mayor intensidad lumínica y ruido tienden a cantar antes que en entornos naturales. Les invitamos queridos lectores a fijarse si por las madrugadas logran escuchar y/o ver volar al tirano tropical, un ave mediana con el pecho amarillo, cazando insectos; ¡estamos seguros de que logrará verlo!, ya que este comportamiento es bastante común en esta especie urbana influenciada por el impacto lumínico antropogénico.
El coro del amanecer en la Amazonía: aún mucho por descubrir
Si bien el fenómeno del coro del amanecer ha sido estudiado en diversas partes del mundo, existen pocos estudios en entornos tan diversos como la Amazonía. En estos ecosistemas, muchas especies cantan al mismo tiempo, generando un espectáculo sonoro único. Sin embargo, queda por investigar si las mismas reglas y patrones observados en otros lugares aplican aquí, o si la extraordinaria diversidad de la Amazonía crea dinámicas diferentes en el comportamiento de las aves al amanecer.
El estudio del coro del amanecer sigue siendo un campo apasionante y con muchas preguntas abiertas. Cada nueva investigación no solo nos ayuda a entender mejor el mundo natural, sino que también nos da pistas sobre cómo las aves responden a cambios en su entorno, tanto en hábitats naturales como en aquellos influenciados por el ser humano.
Todas las mañanas el coro es diferente en cada lugar; si Vivaldi, Haydn o Mozart regresaran a la vida, no podrían componer una sinfonía coral tan fascinante, diversa y compleja como la que producen las aves al amanecer.
Referencias:
Berg, K. S., Brumfield, R. T., & Apanius, V. (2006). Phylogenetic and ecological determinants of the neotropical dawn chorus. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 273(1589), 999-1005. https://doi.org/10.1098/rspb.2005.3410
Kacelnik, A., & Krebs, J. R. (1982). The Dawn Chorus in the Great Tit (Parus Major): Proximate and Ultimate Causes. Behaviour, 83(3-4), 287-308. https://doi.org/10.1163/156853983X00200
© Francisco Vásques Arévalo y
Scarlet Medina Ahuite.