SALVEMOS EL AGUAJE EN IQUITOS: UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS
En Iquitos, la ciudad más grande de la Amazonía peruana, enfrentamos una crisis ambiental producto de nuestras malas acciones y la pérdida del respeto hacia la naturaleza. Algunas de estas malas acciones son totalmente voluntarias, como la tala indiscriminada, la caza de animales del bosque o el vertido de basura a los ríos; otras son involuntarias, ya que al realizarlas no nos percatamos del daño que ocasionamos a los ecosistemas que rodean nuestra ciudad. Semanalmente, millones de plántulas de aguaje mueren en las calles de Iquitos; de manera involuntaria comemos los ricos frutos de aguaje y después botamos las semillas en diferentes partes de la ciudad, sin saber que esa semilla que botamos germinará y se convertirá en una plántula. Los frutos que comemos fueron recogidos en diferentes aguajales alrededor de Iquitos y es probable que, si no los hubieran traído a la ciudad, habrían germinado allí. ¿Quieres hacer algo para cambiar esto? Aquí te explico que hacer.
El aguaje es una palmera relevante en la Amazonía peruana que puede llegar a medir 35 metros de altura y normalmente tiene de 9 a 15 hojas cuando ya es adulta. Habita y domina ambientes con sustratos pantanosos, localmente llamados aguajales en Perú. Es relevante para la economía local de cientos de personas y para el equilibrio del ecosistema. Sin embargo, millones de semillas de esta especie son arrojadas a las calles de Iquitos y las principales ciudades de la Amazonía peruana; ahí germinan y mueren debido a las condiciones inadecuadas para su crecimiento. El mal manejo que damos a las semillas de los aguajes en Iquitos implica la muerte de muchas palmeras, afecta a los aguajes y a las personas que se sustentan económicamente con su comercialización.
La extracción de los frutos de los aguajes implica la muerte de las palmeras hembras en la Amazonía peruana, debido a que en la mayoría de los casos son taladas y no se aplican técnicas de cosecha sostenible. El aguaje se utiliza en la alimentación, la medicina, la construcción, la cosmética y otros usos; captura buena cantidad de carbono del aire, es microhábitat de varias especies de fauna y alimento para los animales, por lo que tiene una gran importancia social y ecológica.
En Iquitos estamos consumiendo los frutos del aguaje por más de cinco décadas; millones de frutos son consumidos por la población local por día, superando las 35 toneladas en promedio. Este consumo elevado significa que también hay un excedente de semillas que son botadas en los tachos o en la calle. Es muy común ver como las personas que se transportan en la ciudad de Iquitos en todo tipo de vehículos motorizados (motocicleta, motocarro, carro, camioneta) botan las semillas a la calle. Es sumamente bueno comer los frutos de los aguajes, debido a los nutrientes que nos proporcionan, pero es un mal comportamiento botar las semillas como si fueran algo sin ningún valor.
Así es como millones de semillas están regadas en las calles de la ciudad de Iquitos, luego llueve y la escorrentía lleva las semillas hacia las verederas, jardines, sifones y otros; luego de aproximadamente cuatro meses muchas de esas semillas germinan e inician el proceso de captura de carbono que está en el aire, dándonos el servicio de limpiar el aire que respiramos, para que podamos tener una mejor salud; pero ese jardín, esa vereda, esa grieta en la pista, ese sifón no es un aguajal, no es el lugar preferido para vivir de los aguajes; luego, en menos de un año muere debido a que no tiene el sustrato adecuado, por mucho calor y mucha luz o por poca agua. Millones de semillas de aguajes fueron traídas a Iquitos en las últimas cinco décadas. Iquitos no se ha convertido en un aguajal porque las semillas que hemos traído y botado en las calles han germinado y muerto. En resumen, estamos trayendo las semillas de los aguajes a Iquitos para que mueran; razón por la cual hay cada vez menos semillas de aguajes en los aguajales y por ende hay menos plantas de aguajes en los aguajales; y esto afecta a todos, incluso a las personas que comercializan esta fruta.
Esto es algo que debemos cambiar, es algo que debemos lograr juntos. Una de las cosas que podemos hacer es rescatar a esas plántulas de aguajes de la calle y llevarlas a nuestras casas temporalmente, ponerlas en pequeños recipientes como las botellas descartables de las gaseosas, e invitarles agua; pueden estar ahí en casa por al menos unos seis meses hasta que se recuperen; y luego finalmente se las puede llevar a los aguajales o al menos a los bosques cercanos a Iquitos.
Lo primero que tenemos que hacer es buscar en la calle a las plántulas de aguajes que están abandonadas. Aunque te parezca increíble hay plántulas en los lugares más insospechados, seguro que también hay cerca de tu casa, en tu barrio. Una vez recuperadas las plántulas, puedes ponerlas en una bolsa y llevarlas a tu casa. Las puedes colocar en recipientes pequeños, como las botellas descartables de gaseosa, si son las botellas de dos o tres litros mejor. La sembrarás en la botella echándole abono orgánico obtenido en el mercado o preparado por ti. Si no pudieras obtener abono orgánico, podrías ponerle el mismo sustrato en el que fue recuperada. Los aguajes en los pequeños envases pueden estar en la sala cerca de la ventana, o en tu patio, o en tu huerta, lo importante es que les eches agua al menos dos veces a la semana (asegúrate que sea agua sin cloro) y que les dé un poco de la luz del sol.
Los aguajes irán mejorando en tu casa, les saldrán nuevas hojas verdes con las que podrán seguir viviendo fácilmente, luego de aproximadamente seis meses ya estarán mejor y podrás llevarlos a un lugar adecuado.
En los últimos cinco años, con la ayuda de al menos diez amigos, hemos logrado rescatar aproximadamente cinco mil plántulas de aguajes, lamentablemente no todos sobreviven, varios mueren, así que tenemos que seguir investigando para aumentar su porcentaje de recuperación. Tú también puedes rescatar los aguajes abandonados de tu barrio, o al menos de tu cuadra, llevarlos a tu casa y disfrutar de su compañía. Los aguajes rescatados ahora ya tienen hasta 2 m de altura, están vigorosos. Están capturando carbono para que tengas aire limpio para respirar.
Tenemos que rescatar los aguajes abandonados en la ciudad, puedes hacerlo personalmente o te puedes agrupar con tus amigos; también se puede hacer institucionalmente. Las entidades públicas y privadas tienen normalmente el suficiente espacio para el rescate de los aguajes. También podemos desarrollar una fiesta que tenga como principal actividad el rescate de las plántulas abandonadas de aguaje.
Esta reseña es un llamado a la acción. En el momento de crisis climática que vivimos una plántula de aguaje aporta mucho a la lucha para mitigar el cambio climático. Imagínate si cada uno de nosotros rescatáramos una. Si tienes alguna duda puedes ponerte en contacto con nosotros.
© Ricardo Zárate Gómez