La Biblioteca de la Ciencia
Algunos historiadores señalan que el café llegó al Perú entre los años 1740 y 1760, procedente de Guayaquil, que por esos años pertenecía al Virreynato del Perú. Las primeras plantaciones se establecieron en algunas regiones tropicales de Huánuco, La Convención en Cusco y en Jaén, desde donde se fue expandiendo a otras zonas y en la actualidad representa una importante actividad comercial en varias regiones amazónicas del Perú.
Hasta hace un par de décadas el café peruano pasaba inadvertido en las listas publicadas sobre los grandes productores, sin embargo en años recientes ha conseguido ocupar el octavo lugar como productor mundial de café en términos de superficie cosechada y el onceavo en términos de exportaciones (siendo Estados Unidos el país que compra más café peruano). La mayoría de la producción se exporta (cafés especiales y café orgánico) y es actualmente el mayor cultivo del país con una producción de 4,3 millones de sacos al año. Los pequeños productores, en su mayoría, se han organizado en cooperativas agrícolas y han logrado escalar las listas de cafés especiales, de producción orgánica, convirtiendo al Perú en uno de los mayores distribuidores de café de comercio justo del mundo.
El café en la región San Martín es un fuerte dinamizador de la economía debido a que se cultivan unas 100,927 hectáreas, involucrando directamente a 44,857 productores, con un universo de aproximadamente 224,285 personas dependientes de esta actividad. Sin embargo, el cultivo del café ha sido afectado seriamente por el ataque del hongo de la roya amarilla y emergen nuevas plagas y enfermedades debido a los cambios producidos en el clima
Para ayudar a la solución de estos problemas el IIAP San Martín ha desarrollado desde el 2018 el proyecto “Generación de tecnologías de adaptación a los efectos negativos del cambio climático como un modelo sostenible y exitoso de la caficultura en la región San Martín” financiado por el CONCYTEC y cuyos resultados se presentan en las siguientes publicaciones.
© Juan José Bellido.