CUENTOS DE VIDA SOBRE RANAS, SAPOS, CECILIAS, SALAMANDRAS Y OTROS BICHOS: CUANDO LA REPRODUCCIÓN DETERMINA TÚ HOGAR
Los anfibios amazónicos, una clase de animales vertebrados que incluye ranas, sapos, salamandras y cecilias, presentan una gran diversidad de especies. Solo en el departamento de Loreto existen más de 236 especies de anfibios, una de las cifras más elevadas para una región, y que, junto a la enorme riqueza existente en otros taxones, determina que la Amazonía peruana sea considerada una de las regiones naturales con mayor diversidad a nivel mundial. Pero la diversidad no solo se revela en el número de especies de anfibios existentes, sino también en la diversidad de hábitos y comportamientos que estas especies muestran diariamente. Un ejemplo de esto es la increíble diversidad de cantos de llamado o anuncio. Estos cantos son bastante comunes y generalmente se emiten para anunciar la presencia en un territorio, avisar de que cierto individuo esta ocupando ese lugar, mantener a raya a los contrincantes o intentar atraer a las hembras. ¡En la Amazonía la diversidad brota allá donde dirijas la mirada! Pero si hablamos de diversidad y de anfibios, tenemos que detenernos en la enorme diversidad de formas de reproducirse de los anfibios y la gran cantidad de sitios que eligen para depositar sus huevos.
En la Amazonía, los anfibios pueden poner sus huevos en las orillas de los ríos, en grandes cochas, a lo largo de las quebradas, en pozas o en charcas que se forman naturalmente en el bosque o en estanques artificiales como las piscigranjas; también utilizan fitotelmatas (cualquier estructura vegetal que funcione como un recipiente de agua), como por ejemplo los huecos de los árboles o las bromelias que contienen agua y sirven como sitio de reproducción y desarrollo de los renacuajos. Hay anfibios que colocan sus huevos sobre las hojas de los árboles, ya sea en el haz o en el envés, y si es en uno u en otro lado, significa un paso evolutivo clave e importantísimo, como sucede en las ranas de cristal, por ejemplo. Algunas especies de anfibios oviponen sobre la hojarasca húmeda y se desarrollan ahí, creciendo dentro del huevo ante la atenta mirada de uno de los padres (para los científicos este modo reproductivo se llama desarrollo directo). Otras ranas ponen sus huevos en sistemas de cavernas en el subsuelo y viven y se desarrollan ahí. ¡Se conocen más de 40 tipos de formas y sitios de reproducción! En esta pequeña nota no podemos revisarlas todas. ¡El editor no me lo perdonaría!
Durante la investigación de mi tesis doctoral buscaba comprender como influenciaban los bosques de arena blanca en las comunidades de anfibios que viven allí; estos bosques tienen poca retención de agua y generalmente no forman charcas estacionales y solo tienen quebradas altamente ácidas. Las principales fuentes de agua en estos bosques están en las bromelias (la unión de sus hojas forma un recipiente natural donde se acumula el agua) y en los huecos de los árboles. Por lo general, en este tipo de bosques, el suelo está cubierto por abundante hojarasca que retiene humedad y crea otro microhábitat para diversas especies de anfibios.
Una de las conclusiones a las que llegamos fue que todas las especies que tienen asociación o más frecuencia de aparición en estos bosques son aquellas que se reproducen en fitotelmatas o que tienen desarrollo directo y colocan directamente sus huevos entre la hojarasca. Es decir, aquellas especies que no dependen de grandes fuentes de agua, un recurso escaso en estos ecosistemas, y que tienen adaptaciones evolutivas muy asociadas a especializaciones en el uso de microhábitats para la reproducción.
Hay ranas pertenecientes al grupo de los microhílidos que viven en zonas con abundante hojarasca, algunas oviponen en bromelias; otras ranas de hojarasca de la familia Strabomantidae que tienen desarrollo directo se reproducen de manera directa entre la humedad de la hojarasca. Algunas especies de ranas arborícolas, como Tepuihyla tuberculosa, se reproducen en huecos de los árboles de dosel. Ranas arborícolas del género Osteocephalus, o ranas dardo venenosas del género Ranitomeya usan bromelias para llevar a cabo su reproducción. Todas estas especies son ejemplos de procesos de evolución y adaptación que toman miles o millones de años. Si miramos a nuestro alrededor veremos como la evolución se nos manifiesta en todos lados.
Dentro de los grupos que han evolucionado para adaptarse a un ecosistema inhóspito como los varillales tenemos a las ranas dardo venenosas del género Ranitomeya. En los varillales que proliferan en los alrededores de Iquitos tenemos a Ranitomeya reticulata y R. amazónica, que utilizan las especies de bromelias del género Aechmea y Guzmania para reproducirse. En la Amazonía habitan 16 especies de ranas dardo venenosa, 12 de estas especies se encuentran en el departamento de Loreto. Profundizaré un poco más en este grupo y les contaré una curiosidad evolutiva que acompaña a todas las especies del género.
La gran mayoría de las especies de Ranitomeya utilizan bromelias como microhábitat. Utilizan a estas plantas para reproducirse y ocasionalmente alimentarse. Al estar asociadas a las bromelias, es muy fácil encontrar dentro de ellas algunas especies como R. flavovittata, R. yavaricola o R. uakarii, sobre todo en aquellas bromelias que crecen al sur del Amazonas. Algunas bromelias grandes que crecen cerca a Yurimaguas albergan, entre otras, a la especie R. fantastica. Cada una de las especies de Ranitomeya que encontramos en los bosques está generalmente asociada a una especie o grupo de especies de la familia de las bromelias, también, en algunas ocasiones, encontramos especies de Ranitomeya, como R. summersi o R. imitator, que están asociadas a otro tipo de plantas que forman telmatas en su axila o deformaciones en su tronco. Este es un ejemplo muy ilustrativo de un tipo de coevolución animal – planta, en la que una especie de rana utiliza un tipo especifico de planta como sitio de reproducción y difícilmente utilizará uno diferente.
Esta asociación es tan fuerte que podemos observar ejemplares de Ranitomeya en bromelias que caen del dosel del bosque (las copas de los árboles). Al poco tiempo de caer la bromelia podemos observar ejemplares dentro o en los alrededores de la planta; algunos meses después, cuando la bromelia muere (se seca por completo), estos ejemplares desaparecen. Este fenómeno lo vengo observando en múltiples ocasiones a lo largo de más de 20 años trabajando con anfibios en los bosques lluviosos amazónicos. Los mecanismos de co-evolución de las ranas y las plantas no dejan de maravillarnos. Muchos de estos mecanismos están determinados en gran parte por la disponibilidad de los sitios de reproducción. El ejemplo de Ranitomeya y las bromelias es solo uno de los muchos procesos coevolutivos que se desarrollan en los bosques amazónicos. ¡Imagínense cuántos procesos quedan por descubrir y documentar! Esta es la razón por la que siempre animo a mis estudiantes a trabajar en los hábitos y curiosidades de cada una de las especies, en los aspectos de la biología básica para los cuales no se necesitan grandes tecnologías, ni grandes inversiones, solo se necesita una buena linterna, lápiz, papel y las ganas de investigar, acompañadas de esfuerzo, dedicación, constancia, muchas ganas y curiosidad infinita.
© Giussepe Gagliardi Urrutia