PALISANGRE: MUCHO MÁS QUE UNA MADERA

La Amazonía peruana es parte integral del gran bioma amazónico que comparten varios países de América del Sur, siendo una región de enorme biodiversidad y riqueza ecológica. Se extiende sobre aproximadamente el 60% del territorio nacional, cubriendo alrededor de 782,313 kilómetros cuadrados (IIAP, 2023), siendo el hogar de una gran variedad de especies arbóreas de gran importancia ecológica, económica y cultural, que han sido explotadas tanto para su uso local como para la exportación.

Los árboles maderables de la Amazonía peruana juegan un papel crucial en el mantenimiento de la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la región. Estos árboles forman parte de complejas redes tróficas, suministran hábitat y alimento a una multitud de especies animales y plantas, contribuyendo significativamente a la regulación del clima mediante el almacenamiento de carbono.

La gran variedad de especies arbóreas existentes en la Amazonía peruana facilita innumerables servicios ecosistémicos y su aprovechamiento se convierte, siempre que sea realizado de manera sostenible, en una importante fuente de ingresos económicos para las poblaciones locales y para el país en general. La industria maderera proporciona empleo a miles de personas y contribuye significativamente a la economía regional.

A pesar de su importancia ecológica y económica, los árboles maderables de la Amazonía peruana enfrentan numerosas amenazas. La deforestación, impulsada por la expansión agrícola, la minería y la tala ilegal indiscriminada, ha reducido significativamente la extensión de los bosques y ha disminuido las poblaciones de algunas especies arbóreas.

La sobreexplotación de especies valiosas como la caoba, el cedro o el tornillo, ha reducido considerablemente sus poblaciones, haciéndolas formar parte de las listas de especies amenazadas a nivel nacional e internacional.

El ave lira es endémica de Australia y es capaz de imitar más de 20 especies y varios sonidos de objetos, como cámaras, alarmas de carros, motosierras, etc. Tiene tanta popularidad que ha sido incluida además en la moneda de 10 centavos del país australiano.  

Los árboles maderables son un recurso invaluable desde múltiples perspectivas. Su preservación y manejo sostenible son esenciales para el bienestar de las comunidades locales, la economía regional y la biodiversidad global.

Mucho más que madera

Pero los beneficios que nos aportan las especies arbóreas amazónicas van más allá del valor económico que tiene su madera. Algunas especies han sido aprovechadas tradicionalmente por la población local para la fabricación de objetos utilitarios, la preparación de medicinas, la elaboración de tintes y otros usos diversos. A diferencia del uso comercial dado a la madera, estos usos han permitido mantener los bosques en pie y, en algunos casos, han reforzado el apego y respeto que la población amazónica tiene por sus ecosistemas. Algunas de estas especies arbóreas forman parte de la cosmovisión de varios pueblos indígenas, siendo un factor de suma importancia que favorece la conservación de estas especies y de los bosques donde viven.   

El palisangre

Una de estas especies es Brosimum rubescens conocido comúnmente en la Amazonía peruana como palisangre. Es una especie perteneciente a la familia Moraceae y es nativa de América del Sur. Es un árbol de gran tamaño que puede alcanzar los 40 metros de altura.

El palisangre es una especie muy usada en comunidades indígenas por sus propiedades medicinales

Su corteza tiene una textura lisa ligeramente fisurada cuando el árbol es adulto y es de color marrón oscuro, con el duramen de color rojizo y un látex blanquecino que brota al infringir un corte en el árbol. Se distribuye principalmente en la región amazónica, se encuentra en bosques tropicales húmedos y prefiere suelos bien drenados y ricos en nutrientes.

En cuanto a su uso comercial, la madera de palisangre es altamente valorada por su dureza, densidad y característico color rojizo, lo que la hace ideal para la fabricación de muebles de lujo y artículos decorativos. Sin embargo, poco se sabe sobre los beneficios medicinales brindados por esta especie a las comunidades amazónicas.

En una investigación participativa desarrollada por el IIAP en varias comunidades del pueblo yagua, ubicadas en el río Atacuari, en la frontera del Perú con Colombia, se documentaron los usos tradicionales dados a esta especie por las mujeres del pueblo yagua. La parte usada del árbol es la corteza y el uso principal está relacionado a la salud femenina, siendo empleada para evitar el sangrado excesivo que provoca la menstruación abundante y la hemorragia posparto. También es usado como un cicatrizante muy eficaz, tanto para pequeñas heridas provocadas por el alumbramiento como para cortes o heridas producidos en otros ámbitos de la vida cotidiana.

Árbol adulto de Brosimum rubescens en su hábitat natural

La preparación tradicional consiste en cortar un trozo de la corteza del árbol. El corte se debe realizar en el lado de la corteza por donde sale el sol. Posteriormente, la corteza es raspada y cocinada en agua, se la deja entibiar, se cuela y se guarda en una botella.

La administración depende del malestar que presenta la mujer, por ejemplo, si ha pasado un día del alumbramiento se le hace tomar un vasito del extracto dos veces al día. También se realizan lavados vaginales antes de dormir, vertiendo tres gotitas del extracto en un litro de agua tibia. Durante el tratamiento la paciente debe seguir una dieta estricta. No puede comer peces con dientes, por ejemplo, ni lavar la ropa en el rio, ya que eso provocaría que el frio entre por los pies produciéndole un sobreparto (fiebre, diarrea, dolor de cabeza).

Escultura tallada en madera de palisangre

Ambas formas de administración son ideales para la cicatrización de la parte interna como externa del aparato reproductor femenino. El árbol contiene compuestos fitoquímicos que aceleran el proceso de curación, entre los más destacados están los taninos y los flavonoides que por sus propiedades hemostáticas y astringentes ayudan a reducir las hemorragias.

Los conocimientos del pueblo yagua sobre el uso de la especie Brosimum rubescens se encuentran registrados en la base de datos de conocimientos colectivos de INDECOPI y forma parte de su corpus de conocimiento. Todavía son necesarias más investigaciones para conocer el poder terapéutico de esta especie, pero tiene un gran potencial para la elaboración de productos cicatrizantes que podrían ser comercializados por empresas nacionales e internacionales, beneficiando a las comunidades yaguas a través de contratos de licencia para el uso comercial de estos conocimientos. Es necesario, además, desarrollar mayor investigación para conocer la distribución y densidad de esta especie en la zona, estableciendo estrategias que permitan su conservación y manejo sostenible.

Los conocimientos del pueblo yagua sobre el uso de la especie Brosimum rubescens se encuentran registrados en la base de datos de conocimientos colectivos de INDECOPI y forma parte de su corpus de conocimiento. Todavía son necesarias más investigaciones para conocer el poder terapéutico de esta especie, pero tiene un gran potencial para la elaboración de productos cicatrizantes que podrían ser comercializados por empresas nacionales e internacionales, beneficiando a las comunidades yaguas a través de contratos de licencia para el uso comercial de estos conocimientos. Es necesario, además, desarrollar mayor investigación para conocer la distribución y densidad de esta especie en la zona, estableciendo estrategias que permitan su conservación y manejo sostenible.

© Jianella Cristina Vásquez Linares y Luis A. Torres Montenegro



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