Plantando cara a la deforestación

Los bosques amazónicos son los más ricos y diversos del planeta. Se estima que albergan el 10% de la biodiversidad que conocemos. Las más de 40.000 especie vegetales que los habitan, unidas a la intrincada trama de ríos que los atraviesan, convierten a la Amazonía en el purificador más eficiente del planeta y en su mayor reserva de agua dulce disponible.

No obstante, la Amazonía que conocemos hoy en día no es la misma que conocieron los pueblos originarios antes de la llegada de los primeros europeos. El daño ocasionado a los bosques amazónicos desde la conquista de América por occidente, ha sido permanente y progresivo, alcanzando los niveles más elevados de destrucción durante los últimos 150 años.

Actualmente, el 20% de la deforestación registrada en el planeta se focaliza en la Amazonía. Se estima que para el año 2050 la mitad de los árboles de la selva amazónica podrían desaparecer si no se toman las medidas adecuadas y se frenan las actividades humanas que los amenazan. En el Perú, en los últimos quince años, se han perdido más de dos millones de hectáreas de bosques amazónicos. La pérdida de bosques se focaliza en las áreas que rodean a las grandes urbes, así como en las áreas de influencia de los ejes carreteros. Durante la última década, el cambio de uso de la tierra con fines agrícolas, de subsistencia o comerciales, ha aumentado mucho, perdiéndose mucho bosque con la instalación de plantaciones de palma aceitera o de cacao.

Para frenar la destrucción de los bosques es preciso contar con información detallada sobre sus avances, así como de modelos que nos permitan visualizar e interpretar su progresión temporal y espacial. El IIAP, a través de su Equipo Funcional de Territorios Amazónicos, está desarrollando una serie de estudios que nos permiten vislumbrar un futuro poco favorable para los bosques amazónicos.

Las investigaciones muestran, por ejemplo, como en el distrito de Padre Abad, en el departamento de Ucayali, más de 11.000 hectáreas de bosque fueron destruidas para instalar cultivos agrícolas heterogéneos y más de mil hectáreas fueron destruidas para instalar cultivos de palma aceitera. La información sistematizada de la última década nos permite estimar una pérdida de 29.000 hectáreas de cobertura boscosa para el año 2022, lo que corresponde a un 13% de la extensión total del distrito.

El avance de la agricultura y de los cultivos comerciales es una amenaza considerable para los bosques, pero, por lo general, estas amenazas están vinculadas al trazado de carreteras que atraviesan los ricos bosques amazónicos y que favorecen y promueven el cambio de uso de la tierra.

La actividad ganadera, al requerir
grandes extensiones de pastizales,
es una causa importante de la
destrucción de los bosques

En el área de influencia de la propuesta de carretera BellavistaMazan- Salvador – El Estrecho, en el departamento de Loreto, se ha identificado que durante la última década hubo 1.000 hectáreas de bosque primario que cambiaron a cultivos agrícolas y pastos. Unas 6.000 hectáreas de bosque primario cambiaron a bosques de vegetación secundaria, lo que indica un uso excesivo y poco racional del bosque. El año 2024, si las cosas no cambian, se habrán perdido más de 12.000 hectáreas de bosque en el área de influencia de la carretera, lo que equivaldría a más de 16.000 campos de fútbol reglamentarios. Los daños serán más profundos si la carretera llega a concluirse con éxito y no se toman las medidas de protección necesarias.

“La deforestación anual de la Amazonía peruana es equivalente a la construcción de más de 200.000 campos de fútbol reglamentarios”

Los estudios abarcaron también el área de influencia de la propuesta de carretera de la comunidad Balsapuerto a Moyobamba, departamentos de Loreto y San Martín respectivamente. La pérdida de bosque entre los años 2015 y 2019 fue de más de 12.000 hectáreas, ganando espacio los cultivos agrícolas, los pastos y el área urbana. Para el año 2023 se estima que los campos agrícolas acabarán con más de dos mil hectáreas de bosques en el área de influencia de la carretera (de 3.000 a 4.000 campos de fútbol).

Las investigaciones presentan como una constante la pérdida de cobertura boscosa asociada al trazado de futuras carreteras, permitiendo desarrollar modelos predictivos sobre la extensión promedio de deforestación anual. Estos datos son sumamente importantes, ya que pueden ser usados para la elaboración de estrategias de conservación de los bosques vinculadas a las propuestas de infraestructura vial.

Para la adecuada gestión del territorio a nivel regional y local se debe generar información que permita tomar decisiones acertadas sobre la ocupación adecuada del territorio, asegurando un óptimo uso de la tierra.

La generación de información científica, a través de escenarios de cambio y el análisis de los factores que los ocasionan, revisten una importancia fundamental en los procesos de planificación y ordenamiento del territorio. De no promover este tipo de investigaciones seguirán existiendo brechas en la información y por consiguiente el desconocimiento del comportamiento espacial de los cambios en los diferentes ecosistemas. Conocer el comportamiento de los cambios, sus factores e implicancias, nos permitirá elaborar políticas de intervención en áreas priorizadas, minimizando los impactos negativos sobre ellas. Vislumbrar el futuro para cambiar el presente.

© Equipo Funcional de Territorios Amazónicos – IIAP.

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Melodie Francoise Vasquez Wong

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